El hiperrealismo es un movimiento artístico surgido en Estados Unidos en la década de los 70. Se caracteriza por el retorno al arte figurativo y la representación de la realidad, en contraposición al arte abstracto y conceptual de moda en aquel tiempo.

Técnicas como el precisionismo o el fotorrealismo se rebelaban a las tendencias artísticas dominantes de la época, acostumbrada a la abstracción. Hacia 1920, los artistas ya investigaban nuevos paradigmas artísticos con la ayuda de técnicas fotográficas, apoyándose en retículas para traspasar las imágenes al soporte pictórico. Por otro lado es innegable que el pop-art sigue siendo el precursor inmediato del hiperrealismo, ya que plasma la iconografía de lo cotidiano.

Como en el fotorrealismo, en el arte hiperrealista no hay huellas de pinceladas, los cuadros se cubren con una fina capa de pintura, aplicada con pistola y pincel, siendo raspada en su caso con una hoja para que no quede ningún relieve, ninguna textura. A esto se le suma la exactitud en los detalles.

Actualmente hay artistas hiperrealistas como los que exponemos en las imágenes. Diego Koi, de origen italiano, la americana Alissa Monks, la brasileña Luiz Escañuela, el alemán Dirk Dzimirsky o el escocés Paul Cadden. Jóvenes talentos de todo el mundo, que llevan a la máxima expresión la excelencia en la representación fidedigna de la realidad.