
El Feng Shui es una técnica milenaria china, de origen taoísta, basada en la búsqueda del equilibrio, que consiste en situar los elementos en armonía con las fuerzas de la naturaleza.
Para la cultura china, todo lo que forma parte del mundo físico está dotado de una energía vital llamada chi o qi. El chi se divide en dos, el Ying y el Yang que son elementos opuestos pero interdependientes. Éstos están presentes en todo lo que forma el Universo, ya que todo tiene dos polos, uno positivo y uno negativo. La idea del Feng Shui es resaltar el «chi» positivo, que aporta buena suerte y felicidad.
Para aplicar el Feng Shui en la decoración del hogar, tendremos que ser muy sensibles al Mapa Bagua, que es un esquema de 8 caras donde se indica los puntos cardinales y la canalización de energía. Los elementos sobre los que habrá que incidir serán: la luz solar (como generadora de energía), el tratamiento correcto de los colores (para que el chi fluya libremente por los espacios. Por ejemplo el azul simboliza la paz, el marrón el equilibrio), mantener armonía en la colocación de objetos, llenar el hogar de música y plantas, ya que atraen el amor. Por otra parte, el Feng Shui es reticente a conservar botellas vacías en casa, relojes parados u objetos duplicados, para evitar estancarse la energía.
¿Como organizar nuestro hogar?
Las puertas son auténticas entradas de energía, no hay que confrontarlas con otras puertas para evitar que se nos escape sin ocupar el espacio. El orden es esencial y debemos ahorrar elementos que interrumpan el paso. El dormitorio debe ser un espacio de tranquilidad con colores pálidos y suaves. El cabezal orientado al Norte y aplacado a la pared para estimularnos seguridad. El salón debe inspirar relajación, con alguna planta, luz y mobiliario armonioso.
La cocina es vital porque contiene agua y fuego, que siempre deberán estar separados. El estudio estará bien ventilado, ambientado con música y nunca ubicando la mesa de trabajo de cara a la pared. El baño, nunca debería ubicarse en el centro del hogar, para evitar energías mal canalizadas.
Una filosofía de vida, compleja pero apasionante, con más de 5000 años de historia.