
El Art Déco surgió como reflejo del ambiente optimista que se respiraba una vez finalizada la Gran Guerra. Inspirado en el Art Nouveau y el Modernismo, se caracterizaba por su opulencia. La sociedad tenía un intenso deseo de escapismo y evasión de la austeridad vivida, por lo que se expresa como un estilo puramente decorativo, elegante, funcional y con tendencias modernistas.
Conceptualmente el Art Déco se centra en dar protagonismo a los diseños y formas geométricas, creando ambientes eclécticos y llenos de vida. El mobiliario se caracteriza por su funcionalidad e inspiración industrial, con líneas simplificadas y marcado uso de metales cromados.
La decoración de interiores inspirada en este estilo, permite mucha libertad expresiva en cuanto a la elección de mobiliario y atrezzo para conseguir ambientes cargados de vida y de optimismo, también por el uso de tapicerías recargadas de formas y colores y por último, papeles pintados con motivos geométricos, muy vigentes actualmente.