
En los últimos años el uso de muebles antiguos son tendencia y han ganado mucho peso en la decoración de interiores. Piezas de mobiliario recuperadas, heredadas o compradas en mercadillos se han vuelto populares por la gran presencia que tienen en los interiores actuales y la personalidad que otorgan a los espacios contemporáneos.
Contar con muebles de estilo clásico, vintage o retro aportarán a nuestro proyecto de interiorismo un sello genuino y exclusivo. Por ese motivo es importante diferenciar y entender el significado de cada uno de estos términos para usarlos adecuadamente.
Un mueble antiguo es aquel objeto que tiene más de un siglo de vida aunque, evidentemente, no todos los objetos de más de 100 años se valoran de igual manera.
El estilo vintage es un concepto reciente, aplicado al mundo decorativo que consiste en rescatar muebles viejos, o cualquier objeto de segunda mano de valor artístico, para darles una nueva vida. Su auge está vinculado al movimiento sociocultural juvenil del norte de Europa, que sufriendo la crisis económica se vió obligado a reinventar y reciclar nuevos lenguajes estéticos.
El estilo retro es una creación reciente, solo que inspirada en la estética y los gustos de otra época. Proveniente del latín significa «hacia atrás», «al pasado». Los objetos retro hacen referencias a piezas que, aunque inspiradas en el pasado, son de creación contemporánea